Pasar de lo colectivo a lo individual y volver a lo colectivo. De la ciudad a la naturaleza y luego de nuevo, a la ciudad.
Volver a la naturaleza, contemplar, reflexionar, jugar, construir nuevas tradiciones y escuchar historias pasadas y relatos del futuro.
Preguntas al inicio
¿Cuál es la relación con la naturaleza que tiene una persona de la gran ciudad?
¿Qué hicimos con la naturaleza?
¿Qué se podría recuperar de la naturaleza en la ciudad?
¿Cómo recomenzar la relación? ¿Qué necesitamos? ¿Qué podemos hacer juntos?
¿Qué rituales? ¿Qué arte?
¿Podemos hablar con otras especies para saber que sienten? ¿Hablan? ¿Oyen? ¿Cómo respiran?
Compost
Ya estamos aquí, en las ciudades. Habitamos un mundo que da por sentado la urbanización de todas las conciencias que habitan el mundo. Este es el estado de situación y tenemos que decidir cómo queremos vivir en relación a la naturaleza.
Me gusta la propuesta de la bióloga y filósofa, Donna Haraway- de ella tomo el concepto de “compost”- cuando dice que vivimos un momento de transición, todavía inacabado, que debemos recolectar de la basura del antropoceno, y del exterminio del capitalismo. Trocear, triturar y apilar como un jardinero demente y hacer una pila de compost mucho más caliente, para pasados, presentes y futuros aun posibles. Somos humus no antropos, somos compost, no pos humanos.
Este proyecto es una plataforma para festejar la vida, con sus derrotas, sus imperfecciones y también con la fuerza de recomenzar desde las ruinas.